La mala gestión de las autoridades

Hemos empezado la clase viendo un vídeo sobre los presos de Picassent, el cual ha sido rodado en un taller de audiovisuales en la Universidad.

[Otro ejemplo de Documental sobre la vida y opinión de los presos. Documental ADENTRO]



Los presos hablan de cómo se sienten, y opinan sobre su entrada a la cárcel, el motivo y el cómo les afecta en su vida diaria. De esta manera, se les da la opción de que puedan expresar su opinión. Por ejemplo, uno de los presos “rapea” la historia de su vida y como le ha afectado; otro opina que no es para tanto el delito que cometió como para vivir la cárcel tantos años. Otro de los presos siente que en vez de encerrarlos deberían darles la oportunidad de hacer trabajos sociales para el ayuntamiento y cobrar de ello. 



De esta manera, se ha debatido en clase sobre las diferentes opiniones y como en algunas estábamos de acuerdo y en otras no tanto; matizando que no es el hecho de tener que compartir la misma opinión, sino que es importante que se sientan con la libertad de poder expresar lo que sienten ahí dentro, y el por qué han llegado a esos pensamientos a causa de sus experiencias pasadas. 


Una vez hemos terminado el video y reflexionado sobre éste, hemos vuelto a hacer el juego de la semana pasada, que consistía en ponernos todos en círculo e ir “pasando energía” a la persona que tenemos al lado diciendo lo siguiente: 


Hia
Frisbi y dicen todos ohhhh
Hondo (vuelve al anterior el hia)
Fiss (salta un participante haciendo un movimiento de la cabeza para mirar los ojos de la persona de al lado)
Mondongo (todo el mundo avanza hacia delante improvisando el movimiento que dice el que empieza el movimiento)
—Cuando dicen Bonsai la persona siguiente tiene que ir diciendo una palabra y el resto la tienen que continuar haciendo una frase


El segundo juego consistía en ir andando por toda la clase y el profesor marcaba el ritmo con números del 1 para arriba. De esta manera, si decía el número 1 caminábamos lentos y conforme iba diciendo un número más alto el ritmo de andar era más rápido. 


El tercer juego de energía consistía en que teníamos que ir andando por la clase al ritmo del que teníamos al lado y así ir sintiendo la energía del otro. Si el líder aceleraba el ritmo, nosotros también, si iba más lento, nosotros también y así sucesivamente. 


Por último, han hecho los compañeros y las compañeras la representación de una historia que faltaba la semana pasada por realizar, en dónde hemos tenido que adivinar lo que transmite la escena. Esta historia representaba a la policía reteniendo a un grupo de extranjeros a causa de una manifestación. Han salido dos voluntarias que han hecho de ángel y demonio y finalmente algunas voluntarias que han modificado la escena. Aquí debatiendo en clase nos hemos dado cuenta que esta situación es mucho más habitual de lo que imaginamos, sobre todo para personas que son extranjeras. 

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